En ocasiones, se hace referencia al término «artes escénicas modernas» como un concepto para separar el término original y la evolución a lo largo de los siglos de las artes escénicas en contraposición a las nuevas tendencias de los últimos años.
Lo cierto es que la mayoría de las artes escénicas apenas han sufrido cambios en esencia. Si tomamos por ejemplo el teatro, es habitual que se sigan representando las obras clásicas en salas, escenarios y teatros de todo el mundo, y los pocos cambios que podemos apreciar son relacionados con los decorados (mucho más elaborada por lo general), pero manteniendo el resto de elementos originales que lo ha caracterizado a lo largo del tiempo.
Algo similar sucede con el resto de artes escénicas, especialmente con el ballet, la danza o la ópera, donde las obras clásicas y más tradicionales siguen siendo las más solicitadas por el público.
En todo caso, esto no implica que las artes escénicas hayan quedado estancadas o sean inmutables. Debemos entender que esta disciplina incluye toda manifestación artística pensada para ser realizada ante el público, y es fácil encontrar varios ejemplos de compañías y espectáculos que buscan siempre innovar y ofrecer algo nuevo a los espectadores, como por ejemplo la conocida compañía española La Fura dels Baus.